Cuarentening Coronavirus

el extraño caso de Santiago como película de zombies

Santiago (y el mundo, creo) está en cuarentena. No podemos salir. No podemos ver gente, ir a lugares públicos, salir a tomar el sol. Es cuático, porque uno realmente no aprecia lo bacán que es ir a todas partes, hacer cosas, y si normalmente no me daban muchas ganas de tener vida después de la pega, ahora que estrictamente ‘no se puede’, las ganas pegan fuerte.

¿Cómo es que le dicen a eso? ‘No sabes lo que tienes bla bla’, ya saben. Quiero tomarme todas las cervezas, ir a todos los carretes, fumarme un blon en todas las plazas, mirar el atardecer en todos los miradores, subir todos los cerros.

Obviamente si es que el mundo vuelve alguna vez a la normalidad, vuelvo a ser el mismo milodón de cueva de siempre, pero mientras tanto, siempre se me ocurren 10 planes por segundo ahora que estoy encerrado. Ya me terminé todos mis juegos retro favoritos, vi todas las películas y series posibles, comí todo el chocolate que podía comer…

¿Qué chucha se hace ahora?

Lo chistoso es que volví a escribir en este blog. Por primera vez en un año, segunda vez desde que lo hice. ¿Y si el 👑 me pone a escribir de nuevo?

Si ese es el caso, los veo al próximo capítulo.